POSICIÓN DE INVERSIÓN INTERNACIONAL EN MÉXICO 2009-2023
Dr. Benjamín García Martínez
La posición de inversión internacional de un país mide el saldo neto de los activos y pasivos financieros de dicho país frente al resto del mundo. En otras palabras, refleja la diferencia entre los activos que posee un país en el extranjero y los pasivos que tiene con el resto del mundo (como inversiones directas, inversiones en acciones, bonos y endeudamiento con otros países o empresas extranjeras).
Esta medida es importante porque proporciona información sobre la cantidad de recursos financieros que un país ha invertido en el extranjero y la cantidad de recursos financieros que el país debe a otros países.
Una posición de inversión internacional positiva indica que el país tiene más activos en el extranjero de los que debe, lo que implica que es un acreedor neto y tiene capacidad para generar ingresos futuros a partir de esas inversiones. Por otro lado, una posición de inversión internacional negativa implica que el país tiene más pasivos que activos en el extranjero, lo que indica que es un deudor neto y está obligado a pagar intereses y devolver el capital.
La posición de inversión internacional es un indicador clave para evaluar la solvencia y la capacidad de un país para cumplir con sus obligaciones financieras, así como para analizar el grado de apertura de una economía y su relación con el resto del mundo en términos de inversiones y flujos de capital.
Gráfico 1
Fuente: Elaborado con datos del Banco de México
Como se muestra en la gráfica 1, México tiene una posición deudora con el resto del mundo.
Al primer trimestre de este año, el saldo neto es deudor, por un valor de 603 mil millones de dólares.
En la tabla 1, se observa que se ha reducido el saldo deudor de la economía mexicana, de un promedio anual de 2009 a 2023 de 4.9%, a 2.3% entre 2018 y 2023.
Tabla 1
|
2009-2023 |
2018-2023 |
Inversión |
4.9% |
2.3% |
Activos |
6.4% |
3.0% |
Pasivos |
5.7% |
2.7% |
Fuente: Elaborado con datos del Banco de México
Si observamos cuáles son las fuentes principales de los pasivos extranjeros, son la Inversión extranjera directa (IED) y la de cartera (juntos representan el 90% de los pasivos).
Al primer trimestre de este año, los pasivos totales alcanzan los 1,335 mil millones de dólares.
Gráfico 2
Fuente: Elaborado con datos del Banco de México |
Tabla 2
CONCEPTO |
2009-2023 |
2018-2023 |
Pasivos |
5.7% |
2.7% |
Inversión Directa |
7.8% |
5.2% |
Inversión de Cartera |
4.1% |
-0.9% |
Fuente: Elaborado con datos del Banco de México
La IED puede tener beneficios a largo plazo para el desarrollo de un país, pero también presenta riesgos y desafíos. Es importante que los países receptores promuevan políticas que fomenten la transferencia de tecnología, el desarrollo de capacidades locales y la diversificación económica, para minimizar los riesgos y maximizar los beneficios de la inversión extranjera directa. Al ser deudor neto, el costo de esta forma de financiamiento es alto.
El pago neto por concepto de Utilidades, dividendos e intereses que cada año salen del país de alrededor de 33 mil millones de dólaresGráfica 3
Fuente: Elaborado con datos del Banco de México |
Varios factores pueden llevar a que la posición de inversión internacional de un país sea deudora:
Un país endeudado puede depender en gran medida de los flujos de capital extranjero para financiar su deuda y mantener su economía en funcionamiento. Esto puede hacer que el país sea más vulnerable a cambios en el sentimiento de los inversionistas y a flujos de capital volátiles, lo que puede afectar el valor de su moneda.
Otra cara de la moneda, aun cuando el país sea un deudor neto en su posición de Inversión Internacional, tiene que ver con el aumento de sus reservas internacionales y una posible apreciación de su moneda.
Gráfica 4
Fuente: Elaborado con datos del Banco de México |
El nivel de activos de reserva alcanza los 200 mil millones de dólares. Mientras menor sea le brecha entre la posición de inversión internacional y los activos de reserva, más favorable para la estabilidad financiera del país como un todo.
¿Cómo puede ser posible que una moneda se aprecie y al mismo tiempo el país sea un deudor neto?
Una posible explicación es que la apreciación de la moneda puede estar vinculada a la percepción de estabilidad y fortaleza de la economía nacional. Si los inversores ven al país como un lugar seguro para invertir, esto puede fortalecer la moneda y aumentar su valor en relación con otras. Sin embargo, a pesar de la fortaleza de la moneda, el país puede haber acumulado un alto nivel de deuda debido a prácticas de endeudamiento anteriores o condiciones económicas desfavorables.
El aumento de los activos de reserva permite al país, que esta posición deudora se traduzca en un incremento de la base monetaria. El aumento de los activos de reserva indica una mayor capacidad de un país para hacer frente a sus obligaciones internacionales y financiar su economía. Sin embargo, como hemos visto, también puede indicar una posición de inversión internacional deudora, ya que el país ha acumulado deuda externa para financiar su crecimiento económico y desarrollo. Esto podría ser problemático si el país tiene dificultades para pagar su deuda o para generar suficientes ingresos por exportaciones para compensar sus obligaciones de deuda (sin duda, las remesas han jugado un papel importante en este sentido)
La apreciación de la moneda puede tener ventajas y desventajas para un país deudor. Por un lado, una moneda fuerte puede facilitar la obtención de préstamos en moneda extranjera a tasas de interés más bajas (además de reducir en pesos el valor de sus pasivos) y puede reducir el costo de importación de bienes y servicios, lo que puede ser beneficioso para la economía interna.
En conclusión, la situación actual permitirá en el tiempo, reducir la dependencia de los flujos del exterior, si se combina la IED con inversión doméstica. El crecimiento económico será sostenible, si se produce una transferencia tecnológica adecuada y, si en el contexto de una apreciación del peso, se reduce, el valor en pesos, tanto de los pasivos, como la salida por pago de utilidades, dividendos e intereses de la inversión extranjera. El crecimiento de las exportaciones no será producto de una depreciación del peso, sino de un aumento en la productividad y una mejor posición competitiva en las cadenas productivas globales, sin comprometer la soberanía y eje rector de la inversión doméstica pública y privada.